domingo, 16 de noviembre de 2008

Los españoles intentaron establecer una nueva sociedad en América, pero su organización les presentó una serie de dilemas. El más importante era qué hacer con los habitantes originarios de las tierras conquistadas, a quienes llamaron indios.
Serían considerados legalmente como personas. Sin embargo, como se los equiparaba con los menores de edad, debían ser tutelados por los adultos (en este caso, los españoles). Además, desde un primer momento, los reyes de España intentaron separar a los indios de los españoles, legal y físicamente. Las dos “repúblicas” o comunidades —la de los españoles y la de los indígenas— tenían existencia legal como entidades separadas entre sí. Esta separación nunca fue efectiva y, desde un comienzo, ambas comunidades se relacionaron e, incluso, se mezclaron.
Las sociedades de los dominios coloniales españoles se conformaron a partir de tres grupos étnicos de diferente origen: los indígenas, nativos de América; los blancos, llegados de Europa; y los negros, provenientes de Africa. Durante el proceso de conquista y colonización fue creciendo un cuarto grupo, producto de la mezcla de los otros tres, al que se denominó castas. Como resultado de ese proceso de mestizaje se diferenciaron tres nuevos grupos entre la población: los mestizos (mezcla de español e indígena), los mulatos (mezcla de español y negra) y los zambos (mezcla de negro e indígena). Durante el siglo XVIII el proceso de mestizaje estaba muy avanzado, y en muchas regiones el número de mestizos predominaba sobre el resto de la población.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, me gusta este blog. Encontré las respuestas que quería y Marisa me respondio muy bien cuando le decia mis dudas. Muchas gracias la verdad es que me habian recomendado, y por algo lo recomiendan todos.